miércoles, 30 de julio de 2008

Cuy

Su estiércol genera gas metano y energía eléctrica, según los resultados de un reciente proyecto experimental en Lima, Perú.


En Nariño, Colombia, es partícipe, con papas cocidas y ají picante, de la mayor experiencia alimenticia del Departamento.


Cuestión de sensibilidad: medios y fines.

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miércoles, 23 de julio de 2008

Re-re-re... re-re-redescubrimiento


1. El agua moja.


2. Una cosa es una cosa, y otra cosa es otra cosa.


3. A las mujeres les gustan los hombres competitivos, agresivos, fuertes, imponentes, realistas, compulsivos, autoritarios, poderosos, sexuales, proteccionistas, insaciables, instintivos y que sean machos alfa proveedores de la manada. Los hombres tiernos, amables, amigables, metódicos, prudentes, suaves, bondadosos, sencillos, pasivos, tranquilos, generosos, idealistas, emotivos, sensuales y cariñosos no les son suficientes a su gusto. Y lo disimulan muy bien al buscar el equilibrio.

A ver si algún día aprendo, entiendo, recuerdo y aplico el un-dos-tres de la vida.


miércoles, 16 de julio de 2008

Me clavaron

En esta ocasión la frase de cajón “no lo vi venir” se cumple. Yo estaba acostado en la camilla con los ojos cerrados antes de convertirme en un alfiletero de mi nuevo bio-energético.

¡11 agujas! Puede que sean pocas, pero para una gallina como yo ¡son muchas!

Luego de pedirme que respirara profundamente, el médico me clavó rápidamente sus hipodérmicas herramientas de acupuntura por diferentes partes del cuerpo. La puntica no más. Sólo una me dolió mucho, es decir, mucho más que las otras, donde sólo alcancé a sentir el frío-fresco-mentolado de la mota de algodón.

Si me hubiera dicho que iba a jugar a los dardos conmigo, tal vez no hubiera aceptado este tratamiento inicial. Así que estuvo bien que me haya cogido a mansalva.

Los nombres chinos de los puntos terapéuticos determinados me resultan impronunciables y por supuesto inescribibles. Cuando abrí los ojos me impresionó ver la punta superior de tres de ellas que estaban en mis mejillas cerca de mi nariz. Volví a mi oscuridad para intentar relajarme.

Luego, un aparato que sonó como grillo durante unos 15 minutos, mandó señales electromagnéticas para alinear las energías corporales que fluyen interna y externamente. Aunque se supone que yo estaba en línea a través de las delgadas antenas trasmisoras, no sentí ningún corrientazo.

Las sentí cuando me las quitó. Tal vez porque ya era consciente de lo que iba a pasar. Sugestión real. Cuando me levanté me sentí mareado; luego, relajado; luego, tranquilo.

Ahora, sólo es cuestión de creer.

miércoles, 9 de julio de 2008

Corazón de piña

Mi negrita tiene más ojos que una piña mal pelá’
- Mi negrita y la calentura, del Grupo Niche -


Una tajada de una piña madura es una ricura: dulce, jugosa, refrescante. Pero muy pocos se comen el corazón. Es duro e insípido comparado con el resto de la rodaja. Dicen que el poco sabor que tiene parte los labios, pica la lengua y pela el paladar. Yo me lo como.

Consulté a mi Piñólogo de confianza, el protagonista de Un Salpicón Por Favor, y me dice que tampoco sabe por qué la mayoría de sus clientes no se comen la porción completa de fruta: roen la pulpa justo hasta el centro. Y para evitarse problemas, los salpicones y jugos que prepara no lo incluyen.

El corazón es descartado porque sí.

Pero cuando su buen punto de consumo expira (es decir, se picha) sucede algo extraño. Supongamos que comienza a dañarse por su base: la cáscara se emblandece y empieza a desaguarse con el característico olor a fermento cítrico. Al pelarla, nos encontramos una pulpa blanda con un color más oscuro de lo normal y un sabor guarapesco. Y así la seguimos cortando hasta dejar la fruta que nos parece comestible.

Si nos fijamos en las tajadas siguientes a la parte dañada, nos daremos cuenta de que dichas porciones no se encuentran podridas uniformemente, sino que inician a podrirse por el centro, por el corazón y no por la pulpa, por el exterior.


¿Por qué lo más fuerte ahora es lo más débil? Se me ocurre pensar que a) es por la nobleza del corazón: se sacrifica antes que la pulpa que la rodea; b) es por la fragilidad del corazón: su fortaleza también flaquea en momentos críticos; c) la pulpa aguanta más su destino: alarga su vida manteniendo firme su corazón.

¿Qué sucede, entonces, con el corazón de una relación que comienza a picharse? ¿Cómo podría conservarse íntegramente sin que ninguno de los dos se dañe anticipadamente o se sacrifique por darle la oportunidad al otro de continuar solo? ¿El corazón de cada ser humano también se fermenta antes de que se note en su cuerpo? ¿Qué lo pudre?

miércoles, 2 de julio de 2008

Consejo de doble filo

¡Quién me manda a dar un consejo sin que me lo hayan pedido! Y peor aún: ¡a inventármelo!

Presumiendo sabiduría y en tono sentencioso le revelé: “NO es mejor estar solo que mal acompañado, ¡Oh, mi pequeña chicharra!”. Y argumenté mi propia versión del refrán a partir de los menores, pero igualmente satisfactorios, grados de “mal” frente a la meta de perfección que buscamos en los demás.

Ese “mal” no llega al punto de enamorarse de una prepago siliconuda y barata, ni casarse con un traqueto proveedor y consumidor. Se refiere, más bien, a la persona que no cumple los estándares físico-emocio-espíritu-intelecto-socio-econo-culturales con que evaluamos a las posibles parejas. Puede que su cuerpo o personalidad no merezcan un 5.0 o un Excelente, pero un 4.3 o un Bueno es también una calificación aprobatoria general. Si a uno lo pasan con un 3.0 o un Aceptable, ¿por qué insistimos en poner 7.0 o un Re-Súper-Maxi-Excelente?

La síntesis de mi propuesta sería un extremista “peor es nada”, sin entrar en detalles de baja autoestima ni de orgullo y merecimiento. Esos conceptos son más relativos que mi improvisada idea sobre la compañía y la soledad. Una opinión del tema también se menciona en el blog de Meza’S.

Y pasó lo que tenía que pasar. Ella, interesante mujer, siguió mi consejo y se en.no-vió… ¡pero con otro! El tiro se me salió por la culata. ¡Eso me pasa por bocón! La intención era confundirla (sin subestimarla) antes que convencerla (como flirteo) para que a futuro se cuadrara conmigo. ¡La idea era mercadearme por carambola! Ese era el secreto Plan DE. Y por dármelas de reservado, ¡Zas!, alguien más se ganó su aprobación. Por eso dicen que el que piensa, pierde.

[Suspiro…]

Dejando atrás mi bumeranesco objetivo y reflexionando sobre el tema, creo que no pierde del todo validez. De lo contrario, ¿en qué momento nos comprometeríamos con alguien? Cualquier día necesitaremos otra persona a nuestro lado, no para que nos raje con su 1.6, sino que sume con su 3.4 y promedie nuestra calificación individual, sea cual sea con la que la pareja nos haya pasado.


Lejos del esnobismo cuantitativo, no mal intencionado sino, ilustrativo de las relaciones, y mientras aprendo a dar consejos propios y ajenos, unos versos vallenatos:

Eliminar la tristeza, las mentiras y las traiciones,
no importa que nunca encuentre,
el corazón,
lo que ha buscado de verdad.
No importa el tiempo que ya es muy corto
en las ansias largas de vivir,
cualquier minuto de placer,
será sentido en realidad,
si lleno el alma,
si lleno el alma de eternidad”.