Han pasado cuatro días desde que Neo, el pez neón, se convirtió en pescado. Tal vez con la ayuda de alguno de sus amigos… o enemigos. El misterio sigue sin resolverse.
Neo era uno más de la pandilla Iridiscente. Nadaban juntos, dormían juntos, comían juntos. No se conocía de amenazas contra su vida. El grupo de color azul y verde era unido mientras pasaban los días de su monótona existencia. Fue encontrado en la esquina frontal derecha del acuario. Pero… es extraño: estaba entre las piedrecillas del fondo. En otros casos de suicidios o de asesinatos, los peces terminan flotando al ritmo de las burbujas que el filtro de aire impone. Con esta pista, el caso toma un nuevo rumbo en el agitado y escalofriante mundo submarino.
Los demás habitantes del sector no tienen antecedentes penales o criminales, aunque sea arriesgado sospechar de los, hasta ahora, inocentes. Hay una solitaria Cebra, de quien sólo se sabe que se siente triste por la muerte accidental (la investigación del caso así lo concluyó) de su compañero sentimental. Tal vez ese trastorno la lleva a actuar bajo su peor ambición: asegurarse el primer bocado de comida cuando ésta cae al agua. No hay otro particular sobre la rayada pez.
Y están los cuatro miembros de la familia Tetra. Los gemelos Medallones Tetra brillan por su plateado color y son buenos vecinos, dice la comunidad. Y el par de primos Rojos Tetra, que a pesar de su pequeño tamaño y apariencia bonachona, estuvieron mancomunados con un desquiciado pez extraditado hace unos meses a otro acuario. El pez fue sentenciado al exilio por no permitir que los demás peces coman tranquilos; quería todo para él.
En la lista de “sospechosos” está también el más reciente miembro del acuático barrio, conocido bajo el alias de ‘Corroncho’. Su tamaño en comparación con los demás peces es descomunal; es como Gulliver en Liliput. Además su color oscuro, sus afiladas aletas y sus rápidos movimientos hacen que lo juzguen por su atemorizante apariencia. Pero su comportamiento es tranquilo, cumpliendo con la tarea de mantener libre de algas las paredes de cristal.
Ninguno de los implicados ha querido responder al indagatorio. Todos se han puesto de acuerdo en hacer mímica con el mismo gesto: exagerar una redonda O con sus labios mientras nadan de un lado para otro. ¿Qué puede significar? ¿Una pista? ¿Una coartada de encubrimiento?
El caso continúa. Será necesario infiltrar a la Inspectora Mora en el medio. Sus sutiles pasos y sensibles bigotes serán capaces de averiguar por qué mataron a Neo si era tan buen pez.
Neo era uno más de la pandilla Iridiscente. Nadaban juntos, dormían juntos, comían juntos. No se conocía de amenazas contra su vida. El grupo de color azul y verde era unido mientras pasaban los días de su monótona existencia. Fue encontrado en la esquina frontal derecha del acuario. Pero… es extraño: estaba entre las piedrecillas del fondo. En otros casos de suicidios o de asesinatos, los peces terminan flotando al ritmo de las burbujas que el filtro de aire impone. Con esta pista, el caso toma un nuevo rumbo en el agitado y escalofriante mundo submarino.
Los demás habitantes del sector no tienen antecedentes penales o criminales, aunque sea arriesgado sospechar de los, hasta ahora, inocentes. Hay una solitaria Cebra, de quien sólo se sabe que se siente triste por la muerte accidental (la investigación del caso así lo concluyó) de su compañero sentimental. Tal vez ese trastorno la lleva a actuar bajo su peor ambición: asegurarse el primer bocado de comida cuando ésta cae al agua. No hay otro particular sobre la rayada pez.
Y están los cuatro miembros de la familia Tetra. Los gemelos Medallones Tetra brillan por su plateado color y son buenos vecinos, dice la comunidad. Y el par de primos Rojos Tetra, que a pesar de su pequeño tamaño y apariencia bonachona, estuvieron mancomunados con un desquiciado pez extraditado hace unos meses a otro acuario. El pez fue sentenciado al exilio por no permitir que los demás peces coman tranquilos; quería todo para él.
En la lista de “sospechosos” está también el más reciente miembro del acuático barrio, conocido bajo el alias de ‘Corroncho’. Su tamaño en comparación con los demás peces es descomunal; es como Gulliver en Liliput. Además su color oscuro, sus afiladas aletas y sus rápidos movimientos hacen que lo juzguen por su atemorizante apariencia. Pero su comportamiento es tranquilo, cumpliendo con la tarea de mantener libre de algas las paredes de cristal.
Ninguno de los implicados ha querido responder al indagatorio. Todos se han puesto de acuerdo en hacer mímica con el mismo gesto: exagerar una redonda O con sus labios mientras nadan de un lado para otro. ¿Qué puede significar? ¿Una pista? ¿Una coartada de encubrimiento?
El caso continúa. Será necesario infiltrar a la Inspectora Mora en el medio. Sus sutiles pasos y sensibles bigotes serán capaces de averiguar por qué mataron a Neo si era tan buen pez.
5 comentarios:
Ja, ja, ja :)
Muy buena crónica judicial. Los peces que se resistan a confesar y desafíen al interrogador con su mirada sin parpadeos seguramente serán culpables. No en vano esa fue la técnica usada por muchos años por la Santa Inquisición... ;)
Por la foto pensé que la gata había hecho algo de ejercicio durante el día.
Cuando los peces se enferman, los otros lo eliminan, equilibrio? y pueden enfermar por excesos de comida en el acuario.
Neo no está muerto, simplemente fue desconectado de la Matrix Acuariana por Morfish. Pronto lo verás nuevamente, dotado de extraños poderes. Tal vez desafié a la Inspectora Mora (que suponemos de apellido Smith).
Me encantó la foto de Mora. Mira las desventajas de tener tanto tiempo libre.
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