miércoles, 31 de diciembre de 2008

Sin retorno

Hay botones de aparatos electrónicos o clicks de programas de computación que no tienen reversa.

Si uno 'resetea' el computador accidentalmente o intencionalmente para destrabarlo, corre el riesgo de perder las últimas modificaciones en el archivo que se esté trabajando. Otro conocido es 'Send' o 'Enviar': si no se revisó el mensaje en forma o en fondo, lo único que queda es asumir las consecuencias.

Y otras situaciones por el estilo, donde por desconocimiento no de su funcionamiento sino de su mal diseño de funcionamiento, conducen al usuario a cambios inesperados y funestos. Por ejemplo: para borrar a un contacto (1) de una de mis correos electrónicos el software solicita confirmación doble (la primera para mandarlo a la Papelera, y la segunda para eliminarlo totalmente); pero si le doy borrar un grupo de contactos (25), lo hace inmediatamente sin pregunta de oficio alguna.

De no tener qué hacer en un trancón, comencé a revisar y editar las configuraciones del celular. Al final de uno de los menús estaba la opción "Restaurar config. fáb." y oprimí 'Seleccionar': fue como echarle límpido a todas mis preferencias. No salió ningún mensaje que confirmara la opción de devolverle o no la virginidad a mi teléfono.

Con todo en ceros y entre otras personalizaciones, me despedí del tono de timbre de teléfono antiguo con que alertaba a todo el que me rodeaba. El "ring-ring" de lo que parecía ser un zapatófono, quedó atrás por fuerza mayor pero ante la expectativa de un nuevo sonido.

Hay que cambiar. A las buenas o a las malas. En año viejo o en año nuevo.


.

miércoles, 24 de diciembre de 2008

Figuras navideñas

Los alumbrados navideños se han vuelto un atractivo en toda ciudad capital.

Las figuras, por eso mismo, han variado considerablemente, del típico buey al increíble pavo real. También hay hongos tipo 'Los Pitufos', sapos verdes, peces, libélulas, cañas de azúcar, entre otras figuras no naturales, como casas, tractores y bolsas de regalos.

Pero aquí, en Pasto, hay una que llamó mi atención y estaría fuera de concurso. Representa la idiosincracia de la región, la identidad que llevamos en la cédula y en la lengua, y el ingenio que va más allá de la burla propia y ajena.

Lastimosamente no tengo foto para ilustrarla, pero la siguiente es una sencilla descripción: un papá Noel (no tiene nada de raro), junto a una mamá Noel (se complica sustancialmente la cosa) asando un cuy en el fogón (... ... uhm... ... este... .... sin comentario...).

¡Qué viva Pasto, carajo!

.

miércoles, 17 de diciembre de 2008

"Pastuso come pastuso"

Esta es la frase de dedicatoria del libro "Pastusadas en las Pirámides", de los nariñenses Jaime Díaz Arcos y Juan Díaz Arcos, autores de trabajos como "Mi última pastusaza", "Siempre en la rosca", "El fenómeno del niño" y "Celio Samper", entre otros más realizados y premiados.

La publicación es sencilla y barata, en formato pequeño, a una sola tinta, con imágenes pixeladas, errores de ortografía y redacción. Pero las historias y anécdotas que recopila dejan atrás estos detalles editoriales.

Son 77 páginas que narran brevemente las situaciones vividas por la población nariñense durante y después del furor económico y emocional de las pirámides en la región. Cuentos, chismes, chistes y hechos que se pueden clasificar simultáneamente en la ficción y en la realidad, pero "verídicos" a la final, como lo afirman en su Presentación: "Nos gustaría que nuestros amigos, lo lean con su familia, amigos y vecinos de una manera pausada, expresiva y divertida en voz alta, en lo posible con acento pastuso".


Entre los títulos de sus textos incluidos destaco: 'La ultimita', 'Los aguaguados', 'Michita linda', 'El recibo dañado', 'Confiados en noviembre', '¡Qué chimbo, todo mundo rico!', 'Las Vikys' y 'La entrevista a Carlos Suárez'.

Del escrito 'Todo o nada', cito apartes: "Pericias y maniobras de un inversionista: invertí mis ahorritos, vendí mi taxi, renuncié al trabajo, metí mis cesantías, dejé la coca, aguanté hambre, anticresé mi apartamento, tumbé a mi suegra, vendí la vaca".

Algunas de 'Las coronadas': "Pagué la deuda, compré un celular aifone, me hice a un plasma, me hice la lipo, vengo de Panamá, yo sí pagué la matrícula de la U, estrené portátil, tomé un whisky de 18 años, fui al concierto de Giovanni Ayala, vengo del eje cafetero, a mi vieja le gasté nuevos pechos".

De 'Atrapados en la red': "El mercado bursátil de las pirámides, nos familiarizó con nueva terminología fluida: ¿cuánto invertiste?, ¿a cómo te tocó?, ¿cuándo te toca?, ¡reinvertiste!, ¿qué recomendó el asesor?, ¡guardame el puesto!, ¡todavía está!, ¡ya se voló!, ¡todavía sigue!, ¿en qué número de cédula va?, ¿cuánto cobró el colero?, ¿hoy qué cédula toca?". Y el típico apunte pastuso: "pastuso hombre araña... va de red en red".

Y así, con verdadero humor pastuso, este libro publicado en esta época de crisis se convierte en la sonrisa que más de un deprimido pobre y un contento suertudo necesita para salir adelante: "En Nariño, sí podemos".

Los autores al final hacen una invitación a escribirles a su correo electrónico para compartir más historias de pirámides para la segunda edición, "porque historia que no se cuenta o escribe, se perderá en el olvido".

"Como pastuso berraco que sois, ¡sigue invirtiendo!".

.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Mantenimiento

Pregunta popularmente capciosa: ¿Por qué lavamos la toalla si la usamos cuando estamos limpios?


¿Le ha hecho limpieza y mantenimiento a su lavadora, al menos, en el último año?


¿La ropa limpia que lleva puesta está realmente limpia?


¿Seguro?


Yo creía lo mismo...

.