miércoles, 28 de julio de 2010

Cuatro gatos

“Cuatro gatos” son un puñado de personas reunidas en cualquier parte para hacer algo. Raro el número (que no necesariamente es cuatro) y rara la referencia a los humanos-felinos. Mi hipótesis sobre el dicho popular es el número promedio de gatitos de una camada. Mientras encuentro otro origen, esta es mi propia versión: cuatro (exactas) historias (reales) de gatos (miau).

A Oscar le cortaron las patas traseras con una segadora de césped mientras tomaba su baño de sol, y un cirujano veterinario en el Reino Unido le implantó prótesis en el hueso, Itap, para devolverle la oportunidad de seguir gateando en sus vidas restantes.


Otro Oscar, también en el Reino Unido, comenzó a robar pequeñas prendas de vestir de los vecinos para llevárselas, generoso, a sus dueños, quienes se alertaron cuando ropa interior femenina fue parte del botín de algo más que un regalo de agradecimiento a sus amos.


Las enzimas digestivas de los gatos civeta permiten que la pulpa de los granos de café Kopi Luwak, luego de expelerlos en sus excrementos y al momento de tostarse a mano, tome un sabor único, el cual puede disfrutarse en Londres a 100 dólares cada tasa.


Un gato adicto a la napeta cataria, “catnip” en el bajo mundo felino, es de lo más divertido: un estado de inocente y transitoria euforia embarga a Melón cada vez que huele su hierba, y juega con la mayor excitación de la vida al cazar ratones rosados por doquier.


‘Contando’ n gatos…

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miércoles, 21 de julio de 2010

Clasificado de película


No sabía si reír o llorar cuando encontré este cartel en el ascensor del edificio.



Reír, porque me imaginé a Woody realmente en tercera dimensión tratando de volver al cuarto de Sebastián.

Llorar, porque pude sentir la noble esperanza de Sebastián de querer jugar de nuevo con su querido juguete.

Revisen por favor si sus Woody están marcados en la suela de la bota con un nombre diferente al suyo. Hay recompensa por si alguien está esperando algo a cambio.

Pasa en las películas, pasa en la vida, ¿pasa en un conjunto residencial?

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miércoles, 14 de julio de 2010

En qué pensar

Quien no quiere pensar es un fanático; quien no puede pensar, es un idiota; quien no osa pensar es un cobarde”.
Sir Francis Bacon (1561-1626)
Filósofo y estadista británico.


En todo momento se hace. Como respirar. Pero tiene gracia cuando somos conscientes de hacerlo. Como respirar.

Botar corriente” es la expresión más común para ese proceso, pero me gusta más “echar globos al aire”: es más paisajista y ensoñadora.

¿En qué puede uno pasar el tiempo pensando, a pesar de saber que lo único real es el instante mismo de nuestra existencia en que lo hacemos?

En lo que pasó, para uno aprender.
En lo que está pasando, para uno estar atento.
En lo que pasará, para uno prepararse.

En quien pasó, para uno recordar.
En quien está, para uno disfrutar.
En quien estará, para uno mejorar.

¿Qué tan lejos está el pensar del sentir?
¿Qué tan lejos está el pensar del actuar?
¿Qué tan lejos está el sentir del actuar?

Hay quienes todavía pretendemos marcar la diferencia. A pesar de lo inútil que resulta este ejercicio, algo bueno se puede sacar, como comprender, ¡algún día!, que el esplendor de esta triada sólo se alcanzará cuando haya potenciación equilibrada de todos sus elementos y de todos los demás.


San Juan dice: “buscad leyendo y hallaréis meditando”. Me he conseguido mi propio gimnasio para practicar este oficio que espero se convierta en un arte: una cómoda silla.

Ya tengo en qué pensar… en ella… en la silla, digo...

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martes, 13 de julio de 2010

"Me he ablandado"



El Gato con Botas ha vuelto en una versión paralela del mundo de Muy Muy Lejano. Su otrora gallardía y buen porte se han convertido ahora en la máxima expresión de ternura y consentimiento de una mascota mimada, con todos los juguetes para domesticar su aventurero espíritu felino.

Su nueva figura es 100% apapuchable, siendo consciente de que algo ha cambiado en su cuerpo sin reconocer cómo podría ser de otra forma, como sí lo sabe Shrek. Y lo dice con algo de sensatez: “me he ablandado...”, pero no le da mayor trascendencia a un tema que es normal en su cómoda vida al cuidado cariñoso de Fiona.


Los cambios físicos comienzan a acentuarse en un momento dado, cuando los años comienzan a pesar y el metabolismo ya no funciona como debería. Azúcares, harinas y grasas hacen de las suyas, a pesar del esfuerzo que con sudor hagamos. Es más notorio en las mujeres, como lo expresaba una amiga esbelta de constitución, cuando los cambios hormonales, con o sin hijos, apresuran a moldear en exceso lo que antes era justo.

Hay que hacer el intento de mantenerse antes de resignarse. Y si esto pasa, aceptarlo con la gracia de la buena estima, y ojalá de la salud, que tengamos de nuestro cuerpo, como lo hace mi amigo Cesarín en Sexy y Barrigón.

Así que lo digo con gracia de discusión: ¡me he ablandado! Ya no tengo barriguita, redondita y peludita como de un gatito, sino barriga, redonda y peluda como la del nuevo Gato con Botas.


Cosas de la vida. La buena vida que procura la Providencia y su fiel gato embotado para El Marqués de Carabás.

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miércoles, 7 de julio de 2010

Retro

Por la compra de un televisor de pantalla plana están regalando uno como los de antes: pequeño y con patas (con barriga hacia atrás), con antena (“de conejo”), con perillas como controles (digitales, no mecánicas) e imagen a blanco y negro (con carcasa de colores vanguardistas). Desde la relación beneficio-costo, la promoción no es atractiva, pero sí lo es para la relación recuerdo-usanza.

La Franja Retro que se transmite de lunes a viernes en prime time cada noche debe verse mucho mejor en ese televisor. Tanto por el clásico remedo de aparato antiguo, como por las series que estamos volviendo (y para muchos, por primera vez) a ver en Señal Colombia.

Los comentarios en su página web agradecen la “nueva” programación. La comedia nacional vuelve a la historia, reviviendo personajes como Don Trino Epaminondas, Peter Alexander y Don Antuquito en Romeo y Buseta, y a Doña Martica, Grace y Memo de La Posada. Hasta hay comentarios de jóvenes que aprecian ver los capítulos de los que sus padres les hablaban con nostalgia.

Ahora comenzó una nueva temporada, con Dejémonos de Vainas y N.N., y los televidentes piden que se presenten Don Chinche y Vuelo Secreto.

Aprendí todo lo bueno, aprendí todo lo malo,
sé del beso que se compra, sé del beso que se da;
del amigo que es amigo siempre y cuando le convenga,
y sé que con mucha plata uno vale mucho más.

Aprendí que en esta vida hay que llorar si otros lloran
y, si la murga se ríe, uno se debe reír;
no pensar ni equivocado... ¡Para qué, si igual se vive!
¡Y además corrés el riesgo que te bauticen gil!

Me resulta fácil recordar algo de mi niñez con esas imágenes, y en particular, con la canción Las Cuarenta (banda sonora de Romeo y Buseta), que canté con desconocimiento pero con sentimiento, y que ahora valido con la verdad de estos años que comienzan a sumar.

Todo lo que somos”: ¡un Baloto (acumulado) de recuerdos!

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