miércoles, 27 de febrero de 2008

Pudo ser

Creo que ese el consuelo de un viejo amor cuando, feliz, espera su primer bebé.

En el dolor de un rompimiento, sale un “te deseo lo mejor” de un magullado orgullo. Con ella, hace mucho tiempo, mi pretensión fue de corazón. No por eso únicamente, claro está, ella vive hoy un matrimonio que hasta ahora, según dice, le ha resultado de maravilla. Un varoncito planeado y deseado ajusta ya seis meses de gestación.

Bajita y con una barriga redonda como un roll-on, se ve preciosa. Mi instinto paterno quiso abrazarla y compartir con ella tanta ternura. Lo hice, y resultó algo incómodo y divertido.

Qué alegría encontrarla de nuevo. Hace años, cuando me dijo que se iba a casar, yo ya lo sabía: lo había soñado anticipadamente. Al verla embarazada en estos días, se confirmó mi último sueño.


Pudo ser…

[Suspiro…]

La vida sigue…

Y a Dios le pido que nuestros caminos estén llenos de salud, fe, risas y tranquilidad.

miércoles, 20 de febrero de 2008

¿Estoy (también) enduendado?

A mi hermano Juan Carlos también le pasó en Pasto. Y no ha podido responderse esta duda.

Algo lo asustó esa primera noche. Estaba dormido, todos en la casa estaban dormidos hasta cuando fueron despertados por los gritos de horror que arrojaba como única defensa contra… La segunda noche, no seguida, se pudo defender con puños y patadas que en vano fueron a dar contra la base de la cama y el nochero de su lado, pero no a su objetivo…

Mi abuelita, a sus ochenta y tantos años, lo diagnosticó: “está enduendado, mijito”. A pesar de su rostro alegre, había seriedad en sus palabras, permitidas únicamente con el respeto que el tiempo y la experiencia lo permiten. Todos reímos ese día, pero…

Eran las 11:05pm del pasado sábado cuando me confabulé con la almohada. Y a las 12:13am lo enfrenté… No lo esperaba aquí en Cali. Me quité la recién tibia sábana y en un santiamén me senté en el filo de mi cama. Oscuro todo, en silencio todo, supongo que mis párpados, no mis ojos, atinaron a buscar su sombra (supongo que un espectro produce sombra sin necesidad de luz) en el frío piso nocturno.


Una vez, otra vez, mi pierna intentaba darle su patadón. En la tercera ocasión creí hacerlo, pero sólo le di a mi sandalia derecha que me esperaba hasta el amanecer. Le pegué duro, de refilón, con la planta desnuda del pie. Qué dolor tan…

Otra noche será. Quizás el sueño me lo permita.

miércoles, 13 de febrero de 2008

Los médicos también se mueren


[…]

El refrán original se queda corto al mostrar el inevitable destino de los seres vivos. El único referente que tenía de este hecho era el fallecimiento de mi papá, el más importante médico cirujano de Pasto, hace 22 años. Por eso, mi versión del dicho popular va más allá de la paradoja que representa el sólo enfermarse.

[Siete…]

Y hoy lo he vuelto a validar, al enterarme de que el doctor que me atendía a partir del sistema ayurveda desde hace más de cuatro años falleció el pasado diciembre. Joven, sensato, dedicado, optimista, dos pequeñas hijas, un bonito matrimonio y un negocio de medicina alternativa creciente. Un infarto fulminante le impidió seguir contando años. De nada sirve la medicina tradicional o la bioenergética: La Parca es efectiva.

[Seis…]

Saludos, Efrén. Y mi sentido pésame para tu familia.

[Cinco…]

Lo que me confronta es ver cuán fácil resulta morirse. Un día cualquiera uno deja de respirar, de existir. Y punto. Final.

[Cuatro…]

¿Qué hemos hecho y qué sentido tuvo nuestra vida hasta ese momento? Cada quien verá cómo se las haya con esta única oportunidad que tenemos.

[Tres…]

¿Qué pensarán, dirán, sentirán los que nos rodean cuando ya no estemos para compartir tales pareceres? Será tarde para dar consejos, escuchar verdades y expresar amores.

[Dos…]

¿Qué legado dejaremos cuando ya no podamos seguir con el castillo de naipes que veníamos construyendo? Se quedará en el recuerdo de quienes quieran guardarlo por un tiempo indefinido.

[Uno…]

¿Cómo morirme? Compraré flores…

[…]



miércoles, 6 de febrero de 2008

“¿Y después de la marcha qué?”

Con este mensaje El Clavo participó en Cali el pasado 4 de febrero, cumpliendo con el primero de los dos puntos fundamentales de la Revista: Reflexionar/Reír.

Y se cumplió. Muchos de los marchantes y espectadores de la marcha se codeaban (extrañados) por voltear a mirar la pancarta. Supongo que les parecía obvia la respuesta… que no me atrevo a suponerla.

Ahora, a dos días del evento, de eso es lo único que se habla en todos los medios.

Literalmente, dimos en El Clavo, una alternativa políticamente correcta en el sentido pleno de su significado, una propuesta sencilla y clara de construcción para los jóvenes del país.

¿Mi respuesta a esta inquietud? En una sola imagen.

Al equipo de El Clavo, mil gracias, y a toda forma de terrorismo, otra imagen: