miércoles, 13 de junio de 2007

¡Cómo saberlo!

Don Ramón casado con La Bruja del 71: ¡quién lo creyera!

Tantos intentos de Doña Clotilde que hacían pasar saliva a su Rorro lo convencieron inevitablemente de hacerlo, tanto, como la tacita de café que el Profesor Jirafales aceptaba a Doña Florinda en cada visita. Así, en una boda a la que asistió toda la vecindad, la pareja selló su amor en sagrado matrimonio.

¿En qué consiste esperar una llamada de quien te gusta? ¿En dosificar la paciencia con gotas de Valeriana? ¿En esperar a que la última burbuja de una Coca-Cola reviente en la superficie de una botella sin abrir? ¿En formar la fila más larga del banco atendida por un cajero en entrenamiento un fin de mes? ¿En continuar con las enésimas pruebas de ensayo y error en un laboratorio de explosivos?

¿Y si por fin escuchamos su voz? ¿Le saludamos como si nada pasara? ¿Cómo si fuera un mensaje pregrabado de la empresa telefónica? ¿Hay que recurrir al viejo truco de la indiferencia? ¿Correr el riesgo de ser malinterpretados? ¿O narrarle el sueño en el que esa persona fue protagonista? ¿Decirle la falta que nos hace verla desde ayer? ¿Hablarle con ese tono romántico que sazona cualquier cosa que se diga?

¿Cómo darle un beso en la mejilla sin saborear su perfume? ¿Cómo tocar su mano sin imaginarla en nuestro rostro? ¿Cómo decirle a sus ojos dormilones que quisiera verlos abrirse en un amanecer a nuestro lado? ¿Pero, qué hay de la trinchera que cava cuando estoy cerca? ¿La relleno con chocolates? ¿Con palabras bonitas? ¿Suaves caricias? ¿Y que agradezca mis intenciones? ¿Con una mirada, por ejemplo?


¡Se me chispoteó! Continuemos…

Cuando El Chavo del Ocho despertó de aquel sueño se dio cuenta de que las cosas seguían igual: ella, intensa, enamorada de él, arisco, manteniendo la historia de toda relación no correspondida. Una escena transmitida realmente por televisión que, de haber sido cierta, habría dado un vuelco al programa mexicano.

¡Ah, el amor! ¿Será cuestión de perseverancia o decidida inmediatez?

¿Alguien puede afirmar: “eso, eso, eso…”?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Para mí el amor es cuestión de química y de sincronía.

Poco a poco voy entendiendo eso que decía una amiga de la u: "si no cuaja rapidíto yo no me gasto y paso al siguiente" porque sucede que por quedarse uno esperando al que está cerca se ignora al que tiene uno pegado y quién sabe, quizás sí pueda ser...

MAREÑA dijo...

alguien decía: si no has encontrado al hombre (mujer) perfecto, disfruta al que esta al lado....