miércoles, 4 de marzo de 2009

De cachos

"Hay que ser infiel, pero nunca desleal"
Gabriel García Márquez.

"El adulterio es justificable: el alma necesita pocas cosas; el cuerpo muchas"
George Herbert.

Breve reconstrucción de la historia (transcripciones textuales):

Una relación de pareja estable a lo largo de un tiempo prudente. Una mujer aparece entre los dos y ella sospecha que su novio la engaña con la aparecida. Llega el día en que finalmente lo comprueba, y él, al verse atrapado, confiesa su engaño.

Ella le escribe al fulano un sentido correo de despedida:

… Esta vez solo puede comprender que hay quienes se hacen llamar hombres y realmente ni siquiera están en el proceso de serlo. La falta de hombría y honestidad de tu parte conmigo y con las tantas personas con las que sigues el mismo patrón de palabras, expresiones de cariño e intimidad en quienes te diluyes y pierdes tu esencia… Me despido con la única huella que dejaste: una decepción sin precedencia…”.

Y también un enérgico mensaje de texto a la quitahombres:

"Perra HP, sos vos la que se esta metiendo con Pepito, el es mio…".

En un correo electrónico, él le responde a su cachoneada amada:

... Sos una mimadita, que le falta mucho por vivir, que vivis en una cajita de cristal y no tenes curiosidad de la vida, me dy cuanta que nunca vas a ser una mujer sino siempre seras una ninha que tiene que conseguirse a otro ninho porque a un hombre poco podes darle como mujer… estoy con quien me de la gana y esa persona es la que me haga feliz, sino es asi estoy con otra, asi que deja de ser tan infantil de hecharme la culpa de no estar solo con vos, si no es suficiente eso no solo te pasara conmigo sino con todos…”.

Y luego le manda otro correo menos (?) descarado:

Quiero decirte que he cometido muchos errores contigo, pero despues de todo lo que ha pasado quiero decirte que eres una persona muy especial para mi. Siento mucho lo que te escribi, ese tampoco soy yo, no se porque lo hice porque sos una mujer que valoro mucho… No nos dejemos vencer tan facil, yo se que tu me quieres y me lo has demostrado, y por eso tambien me siento mal de haber defraudado ese amor que se me tienes. Solo dame una oportunidad para hablar y decirte lo que pienso y siento, si no te parece dejo todo atraz y sigo adelante, pero dame un oportunidad… Tambien te quiero aunque te haya escrito esa tonta carta en momentos de desconcierto y frustración…”.

¿Qué se puede decir de esta relación? ¿De ella? ¿De él? ¿Aquí perdonar es amar y viceversa? ¿Poner los cachos es amar?

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4 comentarios:

Carmen Posada dijo...

De esta relación sólamente puedo decir que tiene pintas de todo, menos de relación. De ella, diría que le falta amor propio ya que uno se da cuenta de la clase de tipo que tiene al lado a las primeras de cambio, por más artista que pueda ser para engañar, uno en su interior siempre sabe, pero es más fácil voltear la mirada hacia otra parte. El mensaje que le envía es una pavada. Una verdadera pelotudez de las que hacemos las tontas que creemos que con palabras podemos cambiar el mundo o tan siquiera cambiar a un imbécil como el tipo de tu reflexión.

Del tipo ni hablemos, la sola ortografía del primer mensaje bastaría para mandarlo al carajo sin cachos de por medio. Sin embargo podríamos hacernos los de la vista gorda con la ortografía y concentrarnos en el contenido... ¡Qué contenido ni qué nada! El imberbe no dice nada, es un sancocho de letras ininteligible. El segundo mensaje intenta decir algo, pero no lo logra. Parece postalita del Timoteo de ésas llenas de frases prefabricadas de las que los hombres mononeuronales y monofuncionales echan mano cuando la ven perdida.

Perdonar es amar, claro, pero en este caso puntual perdonar sería odiarse a sí misma. No aplica (con permiso de don Meza a quien el verbo aplicar lo tiene shato).

Poner los cachos es una cabronada. El problema es que los cabrones (y cabronas) siempre tienen una pelotuda (o un pelotudo) que está dispuesto a pasarles por alto los deslices a cambio de recoger migajitas de cariño por debajo de la mesa... A eso llamo yo Masoquismo, no amor.

MAREÑA dijo...

Perdonar: JAMÁS.....

Ponette dijo...

Como perdonar donde no hay un verdadero vínculo entre los 2, parece que solamente en ella estaba la ilusión de una relación y un vínculo. Pero en la situación perdonar es un sin sentido, desde lo racional por su puesto... pero el amor y las elecciones que hacemos en el, son tan sin razón y tan inconscientes que solo tenemos dos caminos: El de supervivencia, seguir viviendo intensamente!! Con la posibilidad ser felices, de sufrir y tratar de hacer un poco concientes nuestras elecciones... o simplemente aceptar nuestras elecciones inconscientes y disfrutarlas mientras duren.

Anónimo dijo...

Pues, poner los cachos no es amar. O por lo menos no a la mujer sino a la otra.

Pero por ejemplo, hace un tiempo le puse los cachos a una de las mujeres que más quise en la vida. Pero eso no quiere decir que no la amara, sino que fue un error. Un desliz... como bien has puesto en la frase de arriba:
"El adulterio es justificable: el alma necesita pocas cosas; el cuerpo muchas"

Y sobre perdonar.. eso depende de la persona que vaya a tomar la decición y de como ve el problema. Si fue un error/desliz, si volverá a pasar, etc...

(me gustó mucho tu blog, te toy siguiendo) :P