miércoles, 10 de enero de 2007

Talco

Un gramo de talco lanzado discreta o arbitrariamente por un cualquiera detona una amigable e inevitable guerra. Esta imagen muestra la magnitud de sus efectos que se ven y se respiran por la Senda del Carnaval.



Caterina, protagonista incansable del juego, esparció y recibió parte (aunque parezca la totalidad) de los cuatro bultos de 25Kg de talco que compartió con sus demás primos antes, durante y después del desfile.



El vehículo de la casa, estacionado a 25m de una de las calles del recorrido de murgas, comparsas y carrozas, también sufrió las consecuencias de la polvareda del 6 de enero en Pasto.



Así lucía esa misma calle al día siguiente a las seis de la mañana. Cuatro días después del evento al interior de mi casa sigue llegando polvo presente en el ambiente, y la intensidad del blanco en la ciudad ha disminuido con el viento.



Para este pequeño arbusto no fue suficiente la protección de sus hojas. Un buen aguacero ayudaría bastante a lavar los estragos de esta tradición cultural.



Para quienes siguen las cabañuelas, hipotéticamente el día de hoy correspondería a octubre: aquí aún no ha llovido. Ojalá y sólo sea un errado pronóstico y no la dura realidad del Fenómeno del Niño, consecuencia mundial de nuestra tradicional ignorancia.

3 comentarios:

MAREÑA dijo...

Por fin alguien que comparte la palabra "cabañuelas" todos los años escribo cómo estuvo el clima durante los 12 primeros días, luego hago la cuenta regresiva como me enseñó mi abuela, todo para verificar si coincide, cuando termina el año me acuerdo que lo tenía anotado, por lo menos este año no ha llovido durante los 9 días.

Anónimo dijo...

Blanca navidad a punta de talco. Y después dicen que no hay nada nuevo bajo el sol... ;)
¡Qué viva Pasto carajoo!

Anónimo dijo...

Voy a colgar la foto donde dice EL CLAVO en el carro para Mundo Clavo.

... y Uff!!! ¡Qué polvo!