Supongo que eso fue lo que pensó la novia de Óscar Julián Ruiz, árbitro FIFA colombiano, al terminar abruptamente la relación.
En una entrevista en Caracol Radio, Ruiz contó que era soltero. “A su edad ya debía haberse casado”, insinuó Hernán Peláez, a lo que respondió que en una ocasión casi lo hace. Tuvo que viajar por un mes al Mundial de Fútbol, y se animó a comprar las argollas para, a su regreso, pedirle matrimonio a su amada.
Al llegar, su prometida lo había traicionado con otro y la relación se acabó.
Óscar Julián mencionó uno de esos dichos cargados de la verdad de la experiencia y el divertido sarcasmo del dolor. Raya en el machismo, pero vale la pena traerlo a colación, no sin antes invitar a las mujeres a replicar.
El árbitro dijo: “Es que hay algunas mujeres que son como las tejas de zinc…”.
“¿Cómo así?”, preguntó Peláez.
“Si uno no las clava duro, se vuelan”.
En una entrevista en Caracol Radio, Ruiz contó que era soltero. “A su edad ya debía haberse casado”, insinuó Hernán Peláez, a lo que respondió que en una ocasión casi lo hace. Tuvo que viajar por un mes al Mundial de Fútbol, y se animó a comprar las argollas para, a su regreso, pedirle matrimonio a su amada.
Al llegar, su prometida lo había traicionado con otro y la relación se acabó.
Óscar Julián mencionó uno de esos dichos cargados de la verdad de la experiencia y el divertido sarcasmo del dolor. Raya en el machismo, pero vale la pena traerlo a colación, no sin antes invitar a las mujeres a replicar.
El árbitro dijo: “Es que hay algunas mujeres que son como las tejas de zinc…”.
“¿Cómo así?”, preguntó Peláez.
“Si uno no las clava duro, se vuelan”.
4 comentarios:
El árbitro dijo: “Es que hay algunas mujeres que son como las tejas de zinc…”.
“¿Cómo así?”, preguntó Peláez.
“Si uno no las clava duro, se vuelan”.
Completamente de acuerdo con el comentario de Oscar Julian Ruiz, desde mi punto de vista. Que son tres a partir de las definiciones encontradas en el diccionario de la real academia de la lengua.
Hacer una cosa con perfección: Que para mi es un hombre que todo lo que hace trata de hacerlo con perfección, en su vida personal, evaluándose constantemente busca mejorar en todos los ejes de su vida al punto que yo lo admire y quiera aprender de el. Ya que en este caso “una cosa” seria la relación e pareja. El debería de procurar todos los días, con dedicación y amor poner un ladrillo, hacer algo pequeño pero continuo para construir una relación con bases sólidas y firmes, para que en medio de la imperfección natural que traen las relaciones de pareja y de todas las relaciones de los seres humanos tengamos una estabilidad y una felicidad dentro de lo humanamente posible.
Poner, fijar: Lo interpreto a partir de fijar metas claras mutuas, que quiere cada uno de la relación, que objetivos comunes tienen sinceramente a medida que van conociéndose. Retomando el ejemplo de Oscar Julian Ruiz, imagino la cosa, como suelen hacer los hombres, el, no haya pensado “esta vieja me espera hasta cuando a mi se me de la gana”, el tiempo que se me de la gana, y pues simplemente yo decido si me quiero casar con ella y le llevo EL HERMOSO REGALO DE UN AÑILLO”, no se si siento rabia o risa, cuando oigo a algunos amigos planeando ese momento como si le estuvieran dando a la novia la mayor felicidad de su vida. El matrimonio debe ser un acuerdo común, una comunión, una dicha compartida, no el obsequio que le dan a la muchachita a cambio de tener paciencia y aguantar tanto para que le concedan el deseo que ha tenido desde niña.
Introducir en un sitio algo con fuerza: Para que una mujer no se le vuele a un hombre, ese hombre debe estar introducido en uno mental y corporalmente. Mental: Tenerlo en la mente como complemento de nuestro pensamiento, que diría el, que haría el, puedo hablar con el esto y recibiré su apoyo y consejo, simplemente un me escucha de verdad, le voy a contar esto, sentirse recíprocamente conectada con el muchachito en el pensamiento. Corporal: Ese hombre tiene que estar clavado en nuestra piel, en las entrañas, no queremos oler otro olor que el de su piel, no queremos otras caricias que no sean las de sus manos, por que tienen la medida de fuerza y presión para hacernos sentir el mayor de los placeres, teniendo en cuenta que los brazos, los hombros y la espalda también son partes de mi cuerpo. Y que sus ojos se claven en mí diciéndome que me aman y me desean como a ninguna otra mujer.
A tenerlo en cuenta por que sino, hay que volarse con el primero que nos haga sentir esto!!
Totalmente de acuerdo. Lo único que tengo que agregar es que no importa qué tan bien crea uno que lo está haciendo ni qué tanto se esté esforzando, finalmente uno no gobierna sobre el corazón de otra persona.
Si al final del día esa persona no te quiere a pesar de tu esmero, no quiere decir que tú no valgas...
me tomó dos años aceptar eso.
“Las mujeres son como las tejas de Zinc, hay que clavarlas duro porque o sino se vuelan”
Correcto. Y en muchos casos ni con el famoso empaque de caucho hecho a la medida del hueco y del clavo, y en otros casos ni bastan los modelos importados de alambre, caucho y plástico que aseguran una inviolable fijación; recuerdo el techo de mi casa que personalmente organice muchas veces y lo único que pensaba después de arreglarlo con cual y tal método era: si esta se vuela es porque se tenia que volar o porque el huracán es muy fuerte.
Esta analogía de las mujeres que hacen de tejas que cubren nuestro patio interior (porque la parte sentimental de los hombres es muchas veces como un vacío y soso patio interior) me hace tirar para diferentes flancos.
Las tejas como las mujeres pueden estar o volar, todo depende, y como dice el dicho de la forma como se las clave y de que tanto esa teja esta a gusto en ese patio. Una vez en una teja de mi techo salio volando y misteriosamente quedo perfectamente bien colocada en el techo del vecino.
NO cabe dudas y quiero dejar muy claro que estoy totalmente de acuerdo con la premisa de que por teja bien puesta no pasa agua, y por lo tanto es función de el “entejador” (si se puede llamar así a la persona que esta poniendo la teja) asegurarse de encontrar la teja adecuada para sus necesidades y utilizar sus recursos para fijar la teja en ese lugar, porque es bien claro que si la teja no es la adecuada y el entejador no tiene mucho interés en cubrir ese patio, pues la teja se ira y el entejador podrá quedarse con ese espacio vacío o simplemente culpar la teja de mala calidad.
Varias premisas salen del párrafo anterior:
La teja adecuada: Esto es muy sencillo, si la teja es muy grande o muy pequeña no encaja correctamente, si la teja es lisa y el techo es rugado o viceversa pues eso no va porque sabemos que por uno u otro lado el agua va a entrar ya que por mucho clavo que se le ponga no va a estar bien fija. Con esto no quiero decir que debe ser igual el techo a la teja o viceversa, sino que deben encajar correctamente para que esta teja no se vuele de ese techo.
La calidad del pin para clavar la teja: Esta herramienta es personal y cada uno la maneja de tal o cual forma, de ahí que las tejas se fijen correctamente porque la herramienta usada es la adecuada o se vuelen al instante porque no se les fijo con lo que se debía.
Una vez clavada la teja esta se deja ahí simplemente clavada, al contrario de muchos que defienden las tejas uno no debe estar cambiando el pin cada tanto tiempo, porque simplemente eso es lo que el “tejador” usa; eso es, por así decirlo, la esencia de ese patio y de ese entejador; lo que si se debe hacer es estar pendiente que no entre agua, que no se acumulen hojas y otros mugres sobre la teja, que no haya partes del patio que estrujen la teja para afuera y con esto me refiero estar cuidando tanto la teja como el patio; pero es función de una buena teja también durar, fijarse cumplir con sus funciones de teja correctamente, delatar cualquier movimiento extraño etc. es un trabajo de equipo; porque o sino a la teja la ponen a volar.
Y si a las tejas las pueden volar si no son las tejas adecuadas porque muchas veces las tejas se adaptan al techo y al pin pero no son lo que se esperaba entonces tiene que ser retirada.
Estos procesos en los que las tejas se retiran o se vuelan, deben usarse para que tanto teja como entejador reconozcan lo que deben buscar sus necesidades y así puedan dar con lo que es adecuado.
El cuento de entejar un patio es complejo porque depende de muchas condiciones que deben estar presentes para que ese patio dure con esa teja o para que la teja dure en ese patio; si una teja se vuela o la retiran es por que algo no funciono entonces teja y patio deben entender y analizar esta razón para que no pase de nuevo.
Las tejas y los pines se prueban en las tormentas y en el tiempo; una buena teja asegurada correctamente y que encajo con el patio soportara los mas terribles huracanes, lógicamente se cambiara de posición, se desprenderá, puede incluso quebrarse; y el pin puede soltarse, cambiar de forma o doblarse, pero si la unión fue correcta pues la teja estará y el pin seguirá atándola, por eso es que la esencia del pin es importante.
Muchas otras veces solo se quieren cubrir los patios por temporadas invernales, entonces o épocas de mucho calor, por lo tanto uno consigue una teja que dure por ese momento. Lo mismo pasa a las tejas solo quieren estar en un patio por un momento y luego en el primer viento se van.
La tarea de entejar no es fácil y requiere años de experiencia, pero es muy divertida si se sabe ponerle cariño, dedicación y paciencia.
JERONIMO TORO C
Los comentarios de Jerónimo están más como para entradas. Pero interesantes.
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