miércoles, 17 de diciembre de 2008

"Pastuso come pastuso"

Esta es la frase de dedicatoria del libro "Pastusadas en las Pirámides", de los nariñenses Jaime Díaz Arcos y Juan Díaz Arcos, autores de trabajos como "Mi última pastusaza", "Siempre en la rosca", "El fenómeno del niño" y "Celio Samper", entre otros más realizados y premiados.

La publicación es sencilla y barata, en formato pequeño, a una sola tinta, con imágenes pixeladas, errores de ortografía y redacción. Pero las historias y anécdotas que recopila dejan atrás estos detalles editoriales.

Son 77 páginas que narran brevemente las situaciones vividas por la población nariñense durante y después del furor económico y emocional de las pirámides en la región. Cuentos, chismes, chistes y hechos que se pueden clasificar simultáneamente en la ficción y en la realidad, pero "verídicos" a la final, como lo afirman en su Presentación: "Nos gustaría que nuestros amigos, lo lean con su familia, amigos y vecinos de una manera pausada, expresiva y divertida en voz alta, en lo posible con acento pastuso".


Entre los títulos de sus textos incluidos destaco: 'La ultimita', 'Los aguaguados', 'Michita linda', 'El recibo dañado', 'Confiados en noviembre', '¡Qué chimbo, todo mundo rico!', 'Las Vikys' y 'La entrevista a Carlos Suárez'.

Del escrito 'Todo o nada', cito apartes: "Pericias y maniobras de un inversionista: invertí mis ahorritos, vendí mi taxi, renuncié al trabajo, metí mis cesantías, dejé la coca, aguanté hambre, anticresé mi apartamento, tumbé a mi suegra, vendí la vaca".

Algunas de 'Las coronadas': "Pagué la deuda, compré un celular aifone, me hice a un plasma, me hice la lipo, vengo de Panamá, yo sí pagué la matrícula de la U, estrené portátil, tomé un whisky de 18 años, fui al concierto de Giovanni Ayala, vengo del eje cafetero, a mi vieja le gasté nuevos pechos".

De 'Atrapados en la red': "El mercado bursátil de las pirámides, nos familiarizó con nueva terminología fluida: ¿cuánto invertiste?, ¿a cómo te tocó?, ¿cuándo te toca?, ¡reinvertiste!, ¿qué recomendó el asesor?, ¡guardame el puesto!, ¡todavía está!, ¡ya se voló!, ¡todavía sigue!, ¿en qué número de cédula va?, ¿cuánto cobró el colero?, ¿hoy qué cédula toca?". Y el típico apunte pastuso: "pastuso hombre araña... va de red en red".

Y así, con verdadero humor pastuso, este libro publicado en esta época de crisis se convierte en la sonrisa que más de un deprimido pobre y un contento suertudo necesita para salir adelante: "En Nariño, sí podemos".

Los autores al final hacen una invitación a escribirles a su correo electrónico para compartir más historias de pirámides para la segunda edición, "porque historia que no se cuenta o escribe, se perderá en el olvido".

"Como pastuso berraco que sois, ¡sigue invirtiendo!".

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4 comentarios:

Andrés Meza Escallón dijo...

De acuerdo, es mucho más divertido si se lee en voz alta con acento pastuso, ja, ja, ja :D

Johanna Pérez Vásquez dijo...

Yo quiero que me lo leas tú con tu acento puro.
Ahora, el libro está buenísimo para todos esos documentales que deben estar haciendo alrededor del tema, la historia del que coronó es jodidísima, pero digna de este país.

Anónimo dijo...

Autores del libro PASTUSADAS EN LAS PIRAMIDES, “historias y anécdotas”, agradece tu atención, critica y aporte como tú lo dices a este sencillo libro, escrito en el termino de 20 días, sin revisión técnica, con portada e imágenes del pixeladas elaboradas por los autores, escrito para personas que captan inteligentemente el humor pastuso, lo interesante es encontrar personas como tu que me sorprende has leído en su totalidad el libro, tu aporte es simplemente brillante, me sorprende. Este testimonio verídico no lo dejemos escapar por nada, los colombianos deben leerlo, es terapéutico, nos enseña como acá decimos la malicia indígena, bueno gracias, me quedan 10 ejemplares, los cuales, regalare a las 10 primeras personas que envíen inquietudes que tengan sobre el libro. Simplemente gracias. Jaime Díaz, Juan Díaz.

Unknown dijo...

Profesor Juan yo quiero conocer ese libro