miércoles, 2 de julio de 2008

Consejo de doble filo

¡Quién me manda a dar un consejo sin que me lo hayan pedido! Y peor aún: ¡a inventármelo!

Presumiendo sabiduría y en tono sentencioso le revelé: “NO es mejor estar solo que mal acompañado, ¡Oh, mi pequeña chicharra!”. Y argumenté mi propia versión del refrán a partir de los menores, pero igualmente satisfactorios, grados de “mal” frente a la meta de perfección que buscamos en los demás.

Ese “mal” no llega al punto de enamorarse de una prepago siliconuda y barata, ni casarse con un traqueto proveedor y consumidor. Se refiere, más bien, a la persona que no cumple los estándares físico-emocio-espíritu-intelecto-socio-econo-culturales con que evaluamos a las posibles parejas. Puede que su cuerpo o personalidad no merezcan un 5.0 o un Excelente, pero un 4.3 o un Bueno es también una calificación aprobatoria general. Si a uno lo pasan con un 3.0 o un Aceptable, ¿por qué insistimos en poner 7.0 o un Re-Súper-Maxi-Excelente?

La síntesis de mi propuesta sería un extremista “peor es nada”, sin entrar en detalles de baja autoestima ni de orgullo y merecimiento. Esos conceptos son más relativos que mi improvisada idea sobre la compañía y la soledad. Una opinión del tema también se menciona en el blog de Meza’S.

Y pasó lo que tenía que pasar. Ella, interesante mujer, siguió mi consejo y se en.no-vió… ¡pero con otro! El tiro se me salió por la culata. ¡Eso me pasa por bocón! La intención era confundirla (sin subestimarla) antes que convencerla (como flirteo) para que a futuro se cuadrara conmigo. ¡La idea era mercadearme por carambola! Ese era el secreto Plan DE. Y por dármelas de reservado, ¡Zas!, alguien más se ganó su aprobación. Por eso dicen que el que piensa, pierde.

[Suspiro…]

Dejando atrás mi bumeranesco objetivo y reflexionando sobre el tema, creo que no pierde del todo validez. De lo contrario, ¿en qué momento nos comprometeríamos con alguien? Cualquier día necesitaremos otra persona a nuestro lado, no para que nos raje con su 1.6, sino que sume con su 3.4 y promedie nuestra calificación individual, sea cual sea con la que la pareja nos haya pasado.


Lejos del esnobismo cuantitativo, no mal intencionado sino, ilustrativo de las relaciones, y mientras aprendo a dar consejos propios y ajenos, unos versos vallenatos:

Eliminar la tristeza, las mentiras y las traiciones,
no importa que nunca encuentre,
el corazón,
lo que ha buscado de verdad.
No importa el tiempo que ya es muy corto
en las ansias largas de vivir,
cualquier minuto de placer,
será sentido en realidad,
si lleno el alma,
si lleno el alma de eternidad”.


9 comentarios:

El Marqués de Carabás dijo...

El nombre de la canción es “Sin medir distancias”, cuyo autor es Gustavo Gutiérrez y la interpreta Diomedes Díaz. Su coro lo cito a continuación no porque venga a colación del tema o esté pensado en ella particularmente, sino por lo pegajoso de su composición:

“Es muy triste recordar
momentos felices,
de un cariño que sangró
mi corazón.
Llego la hora de partir
Sin medir distancias,
y ni sombra quedará
de aquél amor (Bis)”.

Aunque tal vez debería alejarme. Finalmente ella eligió… y sin nota alguna.

Andrés Meza Escallón dijo...

Plan DE, Corolario 1: "Nadie sabe para quién trabaja".

Plan DE, Corolario 2: "El que no hace los goles, los ve hacer".

Yo insisto en que el problema, más que de la calidad del producto, está en que estás apuntando al target equivocado. Es el mismo caso del negro de Buenaventura que aquí no provoca una segunda mirada, pero en Noruega o Dinamarca es la sensación así no baile; o el de la sádica que sólo podrá ser verdaderamente apreciada como es por un masoquista.

A menos que uno sea un "10" en todos los aspectos, creo que hay que apostarle es a la ley de oferta y demanda. El precio de un producto NO ES lo que costó producirlo + la plusvalía, sino lo que el mercado esté dispuesto a pagar por él. Por eso, si tu producto lo vendes es un mercado donde hay más demanda que oferta, ya a ser mejor recibido que en un mercado donde, sin ser malo, hay muchos productos similares que aumentan la oferta para la misma demanda. Y la consecuencia obvia, es que el producto no se valore como esperas.

Si no estás dispuesto a cambiar el producto para ajustarlo a las espectativas del mercado, entondes deberías optar por un mercado diferente.

Anónimo dijo...

Que bien!! me trajo a la memoria el famoso texto "El arte de amar" de Erich From". Casi podria decirse que es un resumen picarezco del mismo libro.

Cómo siempre Ud amigo escritor acercandose peligrosamente a los linderos propios dela psicología... l

Ponette dijo...

Si yo hubiera sido esa mujer interesante que se en-no-vió con otro seria porque pense: para el gato soy peor es nada. y me quede con el que soy más que eso.

Rachel_Think :) dijo...

Que bien lo dice ponette, las mujeres nunca queremos ser el peor es nada, si uno es eso en esa relación es mejor mirar a otro lado, es como ser el plato de segunda mesa, nadie quiere eso.

Ahora sí,ella tomó una decisión, no sabemos si fué la mejor, pero muy seguramente optó por no hecharle lápiz al asunto y mucho menos hacer cálculos, por que si hechamos lápiz amí me saldría un cálculo más o menos asi: se ha visto que jamás hay un resultado 10 (ni nadie que se le quiera medir a semejante suma), tampoco conformarnos con un 6 ni darnos por bien servidos con un 8, y así puedo concluir q el mejor resultado con el cual puedo medir en una relación siempre será el número DOS!

Asi que deje de pensarlo tanto y la próxima vez, arriesguese a ganar o a perder, pero arriesguese.

Que buena reflexión
Hugs n kisses!! :)

El Marqués de Carabás dijo...

Un Corolario adicional, a propósito de célebres frases de cajón, es un desconsolado "Perder es ganar". Y con esta reflexión he puesto la cuenta en ceros nuevamente.

Y sobre la postura del "peor es nada", me doy cuenta de dos cosas:

* Qué difícil es esto de escribir y lograr transmitir efectiva y afectivamente lo que quiero decir. Por no seguir el Plan DE en su Fase "Coma Callado", ahora, los lectores y los involucrados, me estarán mandando a comer otra cosa.

* Qué difícil esto de intentar amar. La probabilidad de ganar en esta apuesta es bajita, menos de Alfa/2... Pero existe... En eso se fundamenta mi Plan... DE... En tratar de conquistar... al mundo...

Hectorjo dijo...

Meza tiene razón, "el que no hace lo goles los ve hacer". No se trata de jugar bonito ni de hacer las mejores gambetas (cosa en la que era experto, o pregúntenle a Crig), se trata es de meterla, o al menos tirar a la portería, pues tarde que temprano entra.

Johanna Pérez Vásquez dijo...

Hay una loca con la que hablaba que dice "el que piensa pierde es su lema" y al parecer le funciona pero pues yo me parezco un poco a ti, sin embargo he descubierto que como dice Apolo si uno quiere tener mercado debe mercadearse cómo y dónde es, así que mijito o cambia su producto o cambia de consumidores potenciales.

Miguel Angel Solís Molina dijo...

Dario, pienso que se trata de algo más sencillo que calcular.

Es la intimidad, en la medida en que esto se logra, se dan las condiciones para dar el siguiente paso y concretar, bien sea para coronar o para descartar.

En este sentido, el desarrollo de una aguda percepción es vital, para identificar compatibilidad y aceptación.

Así que más que un proceso cuantitativo, se trata de una actividad cualtitativa.

Un curso de auditorías internas podría ayudarte a identificar los hallazgos, y plantear acciones de mejora ..jeje.

Saludos.