miércoles, 27 de enero de 2010

Sexo, pastillas y amigos

Una marca de jarabe para la tos utilizó el instinto de las mujeres de cuidar a sus hijos para un comercial de televisión. Más que una tradición de generaciones o de suposiciones socio-culturales machistas, el mensaje era claro: el producto era tan bueno que hasta la mamá, “la doctora mami”, lo recomendaba abiertamente.

Por lo que supongo sería una querella médica, más estructurada que la buena intención del publicista, un tiempo después la propaganda se ajustó a: “recomendado por el doctor y mami”. Un leve pero sustancial cambio.

En varios locales de los Sanandresitos de Cali venden suplementos vitamínicos para los cuerpos que necesitan una dosis artificial extra a su nutrición diaria. Hay de todo, hasta para males que uno todavía desconoce. Para algo servirán.

El contexto de la conversación que reproduciré a continuación, palabras más palabras menos, es la de un cliente de máximo 37 años regateando el precio de un producto para el buen desempeño sexual con el dueño del negocio (no eran de las azules, eso sí). Cuando acordó un precio más económico por una buena cantidad hizo una llamada (monólogo, para mí) a quien sería su amigo:
  • Vea, hermano, ¿le compro o no las pastillitas?
  • Que sí hombre, que sí funcionan…
  • Yo voy a llevar dos frascos, y si llevo más, el señor me da un mejor precio…
  • Yo le presto la plata, mijo, tranquilo…
  • ¿Usted cree que yo estoy comprando pendejadas? A mí me han servido de maravilla…
  • Sí, luego me paga…
  • Tiene que probarlas… o si no esa vieja se le va a ir, mi hermano…
Hasta allí, me imaginaba a un tipo mayor sufriendo por alguna disfunción sexual, que le está causando problemas en su relación de pareja. Graves problemas, pensé, y me parecía que la preocupación de su amigo era sincera, y su ayuda caería de perlas para el bien de todos.

También pensaba en lo delicado que llega a ser la sexualidad en una relación. Si alguno de los dos está a punto de dejar al otro por un mal rato en la cama, es porque los otros dos soportes de la relación, la amistad y el amor, ya están quebrados o en ruina$...

Qué bueno sería tener un amigo así, creí…
  • Usted sabe que las mujeres siempre quieren más, y esa vieja mi hermano, se lo merece todo… Ja Ja Ja… ¡Hasta el fondo!…
  • A la final, eso le sale barato…
  • Yo sé por qué se lo digo…
  • Si no se las toma, esa vieja se le va a ir, y le va a tocar a usted quedarse solito con su señora… usted verá…
¡Ah, vainas!

Ya no supe qué pensar: si en el negociazo del vendedor, la fiel majadería del compinche, la infidelidad decidida del otro, la insaciable arrechera de la amante o la ingenuidad (des)afortunada de la esposa.

¿Será que algún día estaré en esa misma posición? ¿En beneficio o perjuicio de cuál de esos escenarios posibles? ¿Será que uno como amigo es capaz de recomendar el producto como lo haría “el doctor amigo”? ¿Será cuestión de una pastillita?
  • Ahora se las llevó pa’que las pruebe esta noche…
.

5 comentarios:

Tobar dijo...

Muy bueno me gusto bastante. Felicitaciones

La ReiNa Roja dijo...

Jajaja eso tómeselas que yo le presto, hágale que su amante lo valorará..muy chistoso, pero que dilema, uno complace a lo inseguro y le importa un pepino lo que ya da por sentado que es de su propiedad.

Susana dijo...

jajaja... minimo el amigo quiere que el otro se vaya a complacer la amante para el complacerle la mujer...

El Grifo dijo...

Muy buen texto, tan así que lo recomendamos en nuestra página de Facebook.

Saludos,

EL GRIFO
http://www.elgrifo.com.co/portal/

Andrés Meza Escallón dijo...

Como diría Condorito... ¡Plop!