miércoles, 2 de mayo de 2007

Comentarios: Cero


Desde hace un mes la columna de Daniel Samper Pizano en eltiempo.com aparece sin comentarios. Pensé que nadie había opinado en un momento dado, pero luego el contador de comentarios siguió en ceros. ¿Cómo era posible que no recibiera visitante alguno?

Resulta que canceló la opción que permite a los lectores interactuar en su espacio a través de los foros de discusión. “Me niego a seguir patrocinando un espacio de insultos, calumnias y amenazas”, escribió en la primera línea de su columna Cambalache como despedida a esta herramienta.

Ante la muerte de su hermano Juan Francisco, concurrieron a la noticia publicada por el mismo medio cerca de 150 mensajes. “Había entre ellos recados de pésame, insertos comerciales de contrabando y abundantes insultos de los que convirtieron estos sitios en alcantarilla”, cuenta el escritor. “Para que los lectores calculen hasta qué punto está deteriorado el que debería ser escenario de crítica sana e interesante, transcribo algunos mensajes con su ortografía original. No son los peores, pero dan una idea del nivel”, agrega.

Este ladron de cuello blanco debe estar es agradecido cuando una muerte lenta y dolorosa era la que mas merecia". "Familia que no les tiembla la mano en lo mas minimo para robar, asesinar y desfalcar al estado." "Este no vale una borrachera, pero ernesto y daniel siiii!! sobre todo el pedante del danielito, el dia que muera me voy de juerga..!!!

A partir de la columna del 11 de abril, su autor se retiró de los foros “con tristeza a indignación”. Este espacio, mi espacio, no piensa discutir la situación política que existe en el trasfondo de esa historia. Sin embargo, como amante de la discusión y las letras, tampoco acepto que las opiniones de un puñado de anónimos arribistas pretendan tener la última palabra en un juicio de valores injusto y deplorable. Hay cosas que es mejor no saber. Entre ellas, las calumnias, los insultos y hasta los malos pensamientos. La libertad de expresión existe, pero pesa más el respeto por la integridad de las personas, tanto de quienes lo escriben como de quienes lo leen.

En el Reino de Carabás son más los mudos que los tímidos quienes participan. ¿Por qué no compartir, con los demás lectores más que con El Marqués, un comentario? Tal vez porque ninguna de sus palabras vale más que su cortés silencio durante su lectura.

Por eso y a todos, gracias.

2 comentarios:

Andrés Meza Escallón dijo...

Pues cuando la libertad de expresión vulnera el respeto mínimo que merece alguien que expone sus ideas de forma civilizada, creo que es cuando hay que echar mano de la presión social.

El Tiempo implementó una herramienta que permite a los mismos usuarios calificar como positivo o negativo un comentario, siendo el equivalente electrónico a abuchear o aplaudir en un estadio a alguien que la esté cagando o que haya hecho algo muy bueno. Así, serán más visibles los comentarios con los que esté más de acuerdo la mayoría que los del troll que sólo busca generar controversia.

Obviamente hay que educar a la gente y darle tiempo para califique positivamente los comentarios que en la forma sean claros, argumentativos, sustentados, respetuosos, etc.; independientemente de si está o no de acuerdo con a opinión que expresa el que está comentando.

¿Estaré pidiéndole un aria a un cerdo? Ya veremos.

Anónimo dijo...

No hay de qué y a la orden.